Mapa
Ilustración de un mapa del cámping dónde trabajamos y vivimos una temporada de verano.
El mapa empezó como una broma para pasar el rato entre turnos, con rutas secretas, zonas de siesta y advertencias emocionales sobre la nevera compartida. Lo hicimos, la gente lo amó, y alguien muy específico no tanto. Nunca dijeron que fue por eso, pero poco después el mapa desapareció y nosotres también. A veces creemos que sigue vivo, escondido en algún cajón entre papeles olvidados y mosquiteras rotas.
Desde entonces tenemos prohibido acercarnos a los rotuladores.